Bueno, regreso a mi punto.
No entiendo muy bien el motivo por el cual la intervención al edificio implica rodearlo de una especie de muro con tablones de madera... pintados de blanco... hace algunas semanas, llegando a recorrer el centro de la ciudad las tablas del muro que protegen la fachada ostentaban la leyenda "este es mi espacio"... a la semana siguiente, una tímida leyenda (tímida porque las letras eran delgadas) declaraba solidaridad con los acontecimientos de Jalapa y Orlando, acompañado de otra nada tímida respuesta denostando a la comunidad LGBTTTI.
Sin embargo, hoy miércoles, el muro - como muchos otros muros - está repleto de eso a lo que el hombrecillo en la presidencia califica de "mal humor" social... y delante de ello... una escena que - para variar - casi me pone a llorar, pero que estoy segura que a mi amiga Genoveva, a mi amigo Omar Cerrillo, y quizá a algunos otros firmes creyentes (aunque sea de clóset) de que otro mundo es posible, nos hubiera sumado y movilizado...
,,. delante del muro, ahora lleno de fotos, consignas, propuestas, soluciones... un grupo de personas de "a pie"... ningún con pinta de intelectual, ni de trasplantado en la ciudad, o de burguesito pasando por hippie (me estoy describiendo en cualquiera de las tres categorías) estaba arengando a los demás... había un grupo de ciudadanos discutiendo sobre el momento en que vivimos... exponiendo sus puntos de vista, escuchando, deliberando y concluyendo...
... formando su propia opinión...
... y hay quien dice que los muros dividen... ahí les dejo una foto que demuestra lo contrario...
Espacio público, SCLC 22 de junio de 2016 |
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