lunes, 7 de diciembre de 2015

Estrategia y acción

Esta entrada tenía la intención de contar algunas peripecias de un fin de semana en Aguascalientes... pero me tropecé con una conversación hoy por la mañana que me dejó pensando.
¿Cómo se obtiene conformidad al cambio? ¿Infundiendo miedo o planteando razones?
El miedo es útil para obtener resultados rápidos y sin réplicas, ímaginar un escenario amenazante siempre mueve emociones, y de alguna manera activa mecanismos de sobrevivencia que - ante la urgencia - nos llevan a optar por la salida que se nos indica.
Por otra parte, la prisa por responder, la competitividad que impulsan a la anticipación, lleva a descartar aquéllo que quiza se toma su tiempo: exponer razones, dar explicaciones, decir "porqué".
Pero si hablamos de seres inteligentes, la convicción debería imponerse al miedo, a la incertidumbre... conocer razones nos permite elegir; el miedo no ayuda mucho, y mucho menos cuando uno descubre que a ese miedo le ha puesto más de su imaginación y experiencia que lo que en efecto es la realidad.
La transparencia, los planteamientos sintéticos e inteligentes, los datos, la escucha activa y los sueños y aspiraciones, pienso, son ingredientes de un liderazgo que pone en primer lugar a la dignidad de las personas en lugar de utilizarlos como medios para alcanzar fines a los que los demás ni siquiera aspiran...
No le podemos poner rejas a las escaleras que nos llevan al cielo...

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