martes, 22 de diciembre de 2015

Obras únicas

Mis abuelas reciclaban todo, en ocasiones mi madre y yo hacemos lo mismo.
Tengo años con un proyecto de colcha formada por blusas bordadas, que no me he atrevido a desechar porque hay horas de trabajo detrás de ellas, aunque en algunos puntos los agujeros de la tela hagan que no sea posible vestirlas... y allí siguen, esperando que haga algo al respecto.
También colecciono joyería de fantasía rota, esperando a ser reparada; una vez se me ocurrió "intervenir" una bolsa que tenía adornos que no me gustaban, pero no fue muy exitoso... me falta análisis y habilidades para hacer la síntesis.
Pero lo que es infalible es el reciclaje del refrigerador... mi Nane solía hacer piezas culinarias únicas con los restos que encontraba en el refrigerador, de allí - creo - surgió la idea que comparten ella y mi madre de que el refrigerador es un aparato mágico donde la comida puede durar casi por toda la eternidad... todavía no hemos tenido incidentes que contradigan sus teorías, básicamente porque mi Nane ya no tiene refrigerador (cumple 102 en diez días) y mi madre ya está comenzando a soltar algunas cosas (incluyendo los restos arqueológicos del refrigerador).
Uno de los trucos favoritos de ambas (y que también practico) es el de la comida reciclada... que consiste en elaborar un guiso nuevo combinando alguna cosa disponible en el refrigerador con otro plato; de esta manera, por una sola vez - porque está difícil que esto se repita - se consiguen efectos maravillosos.
Se me ocurre que sería una interesante tendencia culinaria, el preparar platos únicos, irrepetibles, a base de reciclaje... ¿nos llevará el modo de vida a considerar que este tipo de cocina se podría convertir en una propuesta de élite?

¡Buen provecho!


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